Para comprender un poco mejor la salud cognitiva es imperativo que nos saquemos una idea incompleta que nos vienen contando hace rato: esto de que el perro meramente reacciona a su entorno, como si fuera una maquinita programada para responder a un estímulo y ya. Y es que a partir del estudio de Pavlov con sus perros (influenciado por el Dr. Sechenov y, antes de éste, por el filósofo René Descartes) nos llega esta idea de que los organismos son máquinas fisiológicas, que responden a estímulos.
En 1901 el fisiólogo Iván P. Pavlov comenzó a estudiar los jugos gástricos, trabajo para el cual utilizaba perros en su laboratorio: resulta que, cuando él colocaba comida a los perros, éstos comenzaban a salivar. Otra observación que hizo fue que, luego de un tiempo, los perros comenzaban a salivar ni bien llegaba a su laboratorio, entonces comenzó a incorporar distintos estímulos antes de ofrecerles comida. El más conocido fue el metrónomo (popularmente devenido en una campanita), aunque con la mera presencia de la persona, Pavlov infirió que el perro que quedaba en su laboratorio había aprendido a relacionar su llegada con la hora de comer.
Hoy nos encontramos a más de un siglo de distancia de los primeros estudios en perros y es indudable que la educación canina es una de las tecnociencias que más ha evolucionado y que, lógicamente, mantiene su característica de provisionalidad porque siempre hay algo nuevo por descubrir, por aportar, por mejorar. Hoy sabemos que los perros (y muchos otros animales) tienen sentimientos que los movilizan, que la cosa va más allá de lo fisiológico, que la ecuación no era tan simple como estímulo => respuesta.
A la hora de pensar en la Salud Cognitiva tenemos que tener esto muy en claro, porque es el ejercicio de esta salud el que va a empoderar al perro de su vida, permitiéndole gestionar en un cierto nivel su entorno. Es importante tener en cuenta que permitirle a tu perro desarrollar sus capacidades cognitivas a través de ejercicios de resolución de problemas, de trabajos prospectivos e incluso de disfrutar de relaciones sociales adecuadas va a ayudarlo a que su salud cognitiva florezca, impidiendo su estancamiento y deterioro.
Al igual que con los músculos, cuando las neuronas no funcionan, se van atrofiando, esto puede llevar a que tanto la Salud Cognitiva como la Salud Física empobrezcan de forma extrema. El síndrome de disfunción cognitiva canina (SDC) es una patología neurodegenerativa de carácter progresivo y crónico que afecta la capacidad de caninos gerontes de recopilar información, procesarla, retenerla y tomar decisiones sobre ella. Prevenir este tipo de enfermedades degenerativas puede ser tan sencillo como modificar algunos hábitos de alimentación (dónde y/o cómo les damos de comer) e incorporar una rutina social saludable. Vos tenés el poder de ayudar a tu perro, el momento es ahora! <3