Hoy les comparto un poco de info sobre el aspecto social del enriquecimiento ambiental. Si bien ya habíamos hablado un poco en nuestro blog (pueden chequear la entrada “La salud social de tu perro”), hoy voy a ahondar un poco más sobre este tema.
Al ser seres sociales, todos los perros sociabilizan, aunque no siempre con otros perros. Esto quiere decir que los requerimientos de interacción social no están atados a la especie y, por tanto, no debemos obligar a nuestro perro a hacerse amigo ni de uno ni de todos los perros.
Retomo los ejemplos de la entrada anterior sobre enriquecimiento ambiental, en la cual hablábamos de generalidades: reuniones con perros, humanos, otras especies, tiempo de calidad con su grupo social. Muchos perros disfrutan de conocer nuevos perros, otros disfrutan de conocer gatos, pájaros, erizos e, incluso, conejos u otros animales que, en diferentes circunstancias, serían un divertimento, una práctica para la caza o, incluso, su comida. Y acá viene la magia, porque el perro es un ser social y se constituye como parte de un grupo social: si nosotros presentamos adecuadamente a los miembros de nuestro grupo social, nuestro perro tomará a ese humano o animal como parte del grupo y se forjará una relación saludable.
¿Cómo sabemos si nuestro perro forma parte de un grupo social de forma saludable y feliz? Teniendo en cuenta 2 características de la relación: (1) que el conjunto de interacciones es, en su mayoría, positiva y que (2) las interacciones negativas son anecdóticas o inexistentes, o bien, que las situaciones de conflicto son menores al 20% y se llegan a resolver sin agresión (o con un mínimo de agresión, si fuera entre perros, teniendo en cuenta que muchas veces utilizan un lenguaje agresivo para expresarse).
Recordemos que dentro de los objetivos del enriquecimiento ambiental se encuentran el incremento de diversidad conductual y de rango de conductas adecuadas y que las interacciones sociales saludables y felices nos proporcionarán el entorno ideal para practicar esto mismo (lógicamente, siempre respetando al otro u otros individuo/s y enseñando la teoría fuera del problema).
En nuestro curso de educación básica incluimos la enseñanza de algunas habilidades que consideramos necesarias para una buena interacción social, tales como las relacionadas con el control y autocontrol, la confianza y la impulsividad.
«La cognición social, destinada a relacionarse competentemente con otros sujetos, es de máxima relevancia en los mamíferos sociales.»
Los Perros Necesitan Libertad, Libro I, pág. 189. Carlos Alfonso López García (2018)
Te acercamos algunos productos que te van a ayudar a ofrecerle un enriquecimiento ambiental super aventurero a tu perro: