Lenguaje canino: el movimiento del rabo (parte 1)
El rabo (o cola, colita, plumero, esa parte del perro que nos la da exactamente en el pocito de la rodilla y nos hace doler, etc.) es una parte del cuerpo super particular: a través de su rabo
El rabo (o cola, colita, plumero, esa parte del perro que nos la da exactamente en el pocito de la rodilla y nos hace doler, etc.) es una parte del cuerpo super particular: a través de su rabo
La llegada de un cachorro a casa siempre es muy emotiva: queremos hacer de todo con él, llevarlo a todas partes, presentárselo a nuestros amigos y familiares, etc
Es normal que pensemos que la capacidad de aprendizaje disminuye con la edad, pues en la mayoría de los casos es más costoso enseñarle a un perro geronte que a un cachorro.
Cuando observamos el lenguaje corporal del perro, el rabo es uno de los puntos de su cuerpo que nos da información respecto de su estado emocional: un perro puede, a través de su rabo
Girar la cabeza es esa típica señal de calma que nos da nuestro perro cuando acercamos demasiado el móvil para sacarle una foto. Muchas veces no nos damos cuenta, pero esto de invadir su espacio personal
Es normal que, cuando dos perros se conocen, una de las primeras cosas que hagan sea ponerse a jugar. Esta postura, la reverencia (o play-bow, en inglés) es uno de los primeros movimientos que realizan.
Para comprender un poco mejor la salud cognitiva es imperativo que nos saquemos una idea incompleta que nos vienen contando hace rato: esto de que el perro meramente reacciona a su entorno, como si fuera una maquinita programada para responder
¿Levante la mano quién está cansado/a de estar encerrado/a en casa!? En esta época de pandemia creo que podemos identificarnos muy fácilmente con la Salud Social… o la falta de esta.
Hoy nos toca hablar de la segunda pata del análisis tetradimensional: la dimensión emocional. Tener salud emocional significa poder controlar nuestras emociones: activarlas cuando sea necesario, pero también, lograr gestionar las emociones cuando éstas intentan dominarnos.
Los educadores caninos que utilizamos la metodología Cognitivo Emocional no valoramos conductas aisladas, sino que las observamos a través de un análisis tetradimensional. En esta nota hablaremos sobre una de las 4 patas de este análisis: la dimensión física.