Dentro del programa de enriquecimiento ambiental, este apartado es el que más nos comete a los educadores caninos. Y es que sí, nos encanta jugar con los perros y nos la pasamos buscando formas de que aprender sea divertido (bueno, al menos algunos de nosotros). Esto sucede porque varios estudios científicos, comparando las formas de aprendizaje de los perros, han llegado a la conclusión de que aprender jugando es mucho más enriquecedor para ambas partes.
Por otro lado, no debemos olvidar que muchos de los perros que el humano ha “diseñado” tienen una función específica (cazador, guardián, compañero, pastor, etc) y esa función viene aparejada con un cierto comportamiento estándar y unas ciertas características que vamos a ver a lo largo de toda la vida del perro (incluso en los mestizos). Esto es parte de la identificación de las características particulares del individuo, algo que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de desarrollar un programa de enriquecimiento ambiental para nuestros bichitos.
¿En qué consiste, entonces, el enriquecimiento ambiental lúdico? Básicamente en ofrecerle juegos, desafíos alcanzables, enseñanzas, a nuestro perro para que, combinando ejercicio físico y mental, logre resolver aquello que le proponemos. Muy chino, ¿no? Te dejo algunos ejemplos visuales para que te hagas una idea.
Entrenamiento cognitivo: educar a través del juego
Cuando enseñamos a nuestro perro un nuevo truco o habilidad, se activan partes de su cerebro que están asociadas al aprendizaje, ya sea activando herramientas ya conocidas o creando nuevos caminos o herramientas. El entrenamiento siempre debiera tener un tono lúdico, ya que tanto el perro como el tutor aprenden más rápido y mejor aquello que estén practicando.
Lógicamente, esto no es gratuito para el perro, ya que actitudes como prestar atención y mantener el control emocional requieren de mucha energía: es esperable que cualquier perrito se agote rápidamente en las primeras sesiones.
Es muy importante identificar cuándo nuestro perro está cansado, porque exigirle por demás puede llevar a una mala gestión emocional, pérdida del foco y/o de la comprensión de la conducta pedida, frustración, etc..
Puzzles para perros
Los puzzles son juguetes interactivos, normalmente estáticos y de materiales rígidos (maderas, plásticos, algunos de telas con soporte incluso) que suponen un desafío de encontrar y acceder a un premio escondido. Suelen tener pequeñas tapas, compuertas y/o mecanismos que el perro deberá resolver para acceder a la comida. Hay tantos diseños como perros en el mundo y tienen distintos niveles de dificultad (muchos, incluso, se pueden hacer más complejos con las mismas piezas del juego). A veces está bueno tener en cuenta el nivel de cada puzzle, pero la verdad es que si tu perro ya practica alguna de las habilidades requeridas para resolver el puzzle, tal vez le resulte fácil, así que habrá que trabajar con la motivación extrínseca de tu perrito para que se torne interesante.
Algunas de las habilidades para resolver este tipo de juegos incluyen mover objetos con las patas o la nariz, agarrar objetos, rascar, soltar, etc.
Jugar a las escondidas con mi perro (y otros trabajos que incluyan olfatear)
Si vienen seguido por acá sabrán que prácticamente 3/4 de cerebro de los perros sirve para analizar olores, razón por la cual los trabajos de olfato se tornan excelentes ejercitadores mentales de nuestros perros. Si a esto le sumamos el trabajo de acordarse cómo olías hace un rato, tenemos un trabajo super completo al cual podemos agregarle un tono lúdico para oprimizarlo al máximo.
Tal vez el desarrollo de un trabajo de olfato merezca una entrada aparte, pero resumiendo, la idea sería que te escondas y llames a tu perro, repitiendo su nombre hasta que te encuentre. Para incrementar la dificultad, podés hablar cada vez menos, practicar en el jardín o en un lugar público, o pedirle a alguien que ayude a tu perro a trasladarse hacia vos con una correa puesta y siendo él o ella quien le pida que te busque.
Juguetes dispensadores de comida
Los juguetes interactivos o dispensadores de comida son un gran aliado cuando necesitamos que nuestro perro ejercite sus capacidades de independencia, si trabajamos desde casa y necesitamos que no nos interrumpa, etc..
Normalmente vienen con dientes o espacios interiores en donde se puede colocar alimento seco o húmedo y se le ofrece al perro para que resuelva cómo sacar el alimento de dichos espacios. Muchos también se pueden meter en el freezer para que los purés que les agreguemos se congelen y así incrementar la dificultad del juguete.
Las habilidades requeridas suelen ser las mismas que los puzzles, además de poder girar o contener el juguete para que no se mueva y poder tirar suavemente del premio para retirarlo, entre otras.
Siempre tenemos que estar atentos cuando ofrecemos un juguete, especialmente cuando es nuevo y si sabemos que nuestro perro tiende a destruir, frustrarse, etc.
Recordatorio
Los objetos no educan, sino que son una herramienta para enseñar a nuestro perro, de la misma forma que una tiza es una herramienta en un aula.
Todos los objetos que le demos a nuestro perro ofrecen una o más alternativas de interacción, nosotros debemos estar ahí para supervisar dicha interacción y ofrecer ayuda si nuestro perro se frustra o sentimos que está en dificultades. Es muy importante poder identificar cuando la está pasando mal para poder ayudarlo, pero también saber cuándo la está pasando bien y el desafío es enriquecedor para él, ya que este tipo de desafíos pueden ayudar a trabajar la gestión emocional, la confianza y la independencia de nuestro perro.
La forma correcta de resolver cada desafío es la que va a hacer que tu perro tenga acceso al premio. No hay formas incorrectas, solo formas que lleven más o menos tiempo. Morder, desgarrar y romper también son opciones (y muy saludables, ya que generan oxitocina). Si no querés que tu perro destruya los juguetes, enseñale adecuadamente cómo gestionar sus emociones.
Es muy importante poder identificar cuándo tu perro/a la está pasando mal para poder intervenir, pero también saber cuándo la está pasando bien y el desafío es enriquecedor para él/ella.
Te acercamos algunos productos que te van a ayudar a ofrecerle un enriquecimiento ambiental super cognitivo a tu perro: